Reproducimos la carta que Silvio envió a Ojala-l (primera lista tropera), en la cual nos llamó Tropa Cósmica. Desde entonces hemos asumido el nombre con el regocijo de considerarlo como una creación más de nuestro Aprendiz de Brujo.
Carta de Silvio a la lista Ojala-l
La Habana, 7 de septiembre de 1996.
Sr. Eduardo
Valtierra:
Querido amigo:
Tras leer las veinte primeras páginas
del impresionante macuto de mensajes de Internet que me has hecho llegar, me doy
cuenta de que va a ser una quimera satisfacer la variada avidez de vuestro «club
del éter». Aún así voy a intentar, en la medida en que el trabajo lo permita,
intercambiar ideas y esclarecer algunas cuestiones. Me ha estremecido la
sensibilidad y la inteligencia de los concurrentes. Es fascinante que este medio
sirva para tocar temas tan hermosos como Cesar Vallejo, ver cómo la poesía nos
reúne y nos saca las ganas de cantar, aún en esta suerte de coro de
electrones.
Llama la atención el ingrediente de libertad que Internet
incorpora. Me vienen a la cabeza muchas ideas relacionadas con esto, algunas
posiblemente contradictorias. Si bien es cierto que este salto en la
comunicación desinhibe (incluso por aquello de no vernos las caras, cosa que
puede contribuir a sincerarse), esto no nos sustrae de formación, credos,
gustos, origen social y otras características. Pero, hasta donde he leído, nadie
pretende insultar a nadie ni trata de imponer su criterio. Diríase que esta
maravilla crea una especie de homogeneidad ética y nos ofrece la oportunidad de
ser todo lo humanos que siempre deberíamos ser.
La única referencia que
tengo por ahora es la página de Silvio Rodríguez. Recorriendo la lista de ciento
y tantos habituales, noto que, a pesar de que son varios los países que
participan, la inmensa mayoría son hispanohablantes. Esto se entiende porque el
asunto que los reúne son canciones en español. Pero quién sabe si algún día
Internet funcione con un traductor instantáneo de todos las lenguas y podamos
hablar entre rumanos, chinos y lapones. Entonces este foro extendido será un
mayor contribuyente a la unidad planetaria.
Para ustedes, expertos navegantes, ya es parte de la cotidianidad eso de
lanzarse al espacio de partículas que se enlazan. Como te explicaba hace unos
días, hace apenas dos años decidí sentarme ante una computadora, y si bien el
nuevo juego por momentos me ha absorbido peligrosamente, todavía ando a gatas.
Lo que más uso es el word y desde hace un tiempito los escáners y algunos
procesadores de imágenes con los que estoy archivando las fotos que
tomo.
Lo primero que voy a responder, de lo leído, es que «Domínguez»
debe salir, simultáneamente, en España, México, Argentina, Chile y Cuba el 21 de
setiembre, día de comienzo de la primavera en el sur del globo. Es probable que
se pueda coordinar este unísono con dos o tres países más de América. En esa
dirección se trabaja. Como se sabe, no nos distribuyen las transnacionales y
esto conlleva sus contra, además de sus pro.
A propósito de esto quiero
decirte que me parece edificante el debate sobre la piratería. Es conmovedor ver
como la gente se inclina a condenarla y, cuando más, a justificarla sólo en
casos extremos. Es cierto que eso ayuda a vivir a los autores (muchos sólo
disponen de estos recursos), pero también es cierto que algunos disfrutamos más
viendo circular nuestro trabajo que embolsillándonos los beneficios. Esto no
quiere decir que uno sea un santo, pero la vocación de comunicador arrebata y el
goce que produce también es un tesoro. Cierta vez, disgustado por las
manipulaciones de una disquera, le dije a una amiga común que prefería que los
piratas callejeros divulgaran mi música, a que los señorones con patente de
corso se ampararan en su poder para robar. No veo mal que alguien, para resolver
sus apremiantes necesidades, reproduzca unos cuantos casetes y los venda.
Tampoco que los amigos intercambien la música que gusten (gracias a ello estamos
en contacto). es cierto que la música es un hobby caro, imposible para muchos, y
nada ni nadie tiene derecho a privar a un semejante de la espiritualidad de las
artes. Incluso creo haber sido uno de los mayores contribuyentes a que están
circulando canciones que no han sido editadas en disco. Lo que me indigna es que
hay quienes piratean para cambiar de coche cada año e ir al casino por las
noches. Todo lo que se haga para impedir esto último va a mejorar al mundo.
Hay una nota de alguien que ve similitud de propósitos en una parte de «Como
esperando Abril» y otra de «Septiembre», de Vallejo. Es curioso, no me había
dado cuenta y es cierto que hay algo de semejanza. Pero sucede que yo utilizo
abril como un brillo de primavera insertado en invierno y Vallejo está haciendo
una referencia temporal. Mi alegoría consiste en la función dislocada de un mes.
El maestro sitúa entre septiembre y diciembre la metamorfosis de las brasas en
charcos, o sea, un triste devenir del sentimiento.
Respecto a la frase
«Padre, aparta de mí este Cáliz», que usa Chico Buarque, no es por influencia
vallejiana. Ambos poetas la extrajeron probablemente del Nuevo Testamento. Es lo
que Jesús le dice a su padre (presumiblemente Dios) cuando se debate entre si
asume o no el terrible destino de tortura y crucifixión que le
espera.
Creo que está muy claro Emilio en todo lo que plantea acerca de
la ley Helms-Burton y como cubano (y humano) le agradezco su gesto solidario. Y
conste que no pretendo hacer proselitismo, pero tal engendro no es ley ni cosa
que lo parezca, sino un insulto a la libertad en el planeta.
Felicidades
a los cantores (Susana y Fernando) y cuando avance más en esta inmensa cantidad
de páginas iré soltando, cuando pueda, algún que otro comentario. Quiero que
nadie se me ofenda si no es mencionado. Por lo que más quieran, comprendan que
no voy a disponer de tiempo para dialogar con cada uno. Es probable que el 21 de
setiembre esté sentado, en directo, en el buzón que te dio Mary, para dialogar
con quien aparezca. Esto se quiere hacer a propósito del lanzamiento de
«Domínguez», pero no es obligatorio hablar del disco. Si sucede, espero que me
excusen la lentitud, porque escribo con dos dedos.
Todo este mensaje,
Eduardo, obviamente está hecho para que lo lances al espacio, a modo de un
primer saludo personal a la tropa cósmica, además de ser expresión de la enorme
gratitud que siento por todos ustedes, que están lo suficientemente locos como
para prestarme atención.
Un saludo especial para Héctor Velarde (primmo
orate asolutto) y un saludo cariñoso a cada uno de los visitantes de esta
página, remitido por vuestro aprendiz de brujo.
Silvio Rodríguez
Domínguez.